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jueves, 13 de diciembre de 2012

PLANETA WEB 2.0


PLANETA WEB 2.0. Inteligencia colectiva o medios fastfood.
Barcelona, España / México DF. Septiembre 2007

Introducción. Por Cristóbal Cobo Romaní y Hugo Pardo Kuklinski
El término Web 2.0 nació a mediados de 2004 y  se popularizó a partir de sus aplicaciones más representativas, Wikipedia, YouTube, Flickr, WordPress, Blogger, MySpace, Facebook, OhMyNews. Según O’Reilly, los principios constitutivos de ésta son siete: la World Wide Web como plataforma de trabajo, el fortalecimiento de la inteligencia colectiva, la gestión de las bases de datos como competencia básica, el fin del ciclo de las actualizaciones de versiones del software, los modelos de programación ligera junto a la búsqueda de la  simplicidad, el software no limitado a un solo dispositivo y las experiencias enriquecedoras de los usuarios.
Alrededor del concepto Web 2.0 giran una serie de términos-satélite que retroalimentan su evolución. Software social, rich Internet applications, y redes sociales  ETC .
Existe una polémica alrededor de la relevancia y pertinencia del término Web 2.0, hasta el punto de ser cuestionado por muchos actores del propio entorno.
 Consideran que Web 2.0 es la denominación más apropiada para describir el nuevo tipo de aplicaciones web dominantes y la fase actual en la que se encuentra la red creada por Berners-Lee.
La propia Internet es la madre de todas las redes sociales en línea y las aplicaciones Web 2.0 son sólo un pequeño subconjunto de ese mundo virtual.
 ¿Qué sucede con un sistema de gestión de contenidos colaborativo –pero restringido al entorno de una empresa– que funciona en sus servidores sin tener a la Web como plataforma y con dependencia de un software gerencia do en forma externa?
El valor referencial y reproductivo de los nuevos conceptos está dado por su sencilla comprensión para públicos no-expertos. En un entorno en el que se generan cientos de lecturas aceleradas y mientras aún escasea una bibliografía rigurosa respecto de la Web 2.0, este libro pretende desde su primer capítulo ser un aglutinador de ideas para aquellos interesados en comprender y profundizar en este momento evolutivo de Internet.
Para comenzar se diseñó un breve glosario útil, Alejandro Piscitelli ofrece un prólogo generoso y crítico a la vez. Una reseña del libro que suma nuevas observaciones y lecturas que quedaron fuera del análisis propuesto en Planeta Web
El capítulo uno introduce al lector en la Web 2.0 y sus principios y diseña unos ejesanalíticos para el trabajo posterior. En tanto, el capítulo dos propone volver a los orígenesde la Web. En el capítulo tres se presenta un detallado mapa de aplicaciones Web 2.0, el capítulo cuatro recopila y refuerza algunos juicios críticos que circulan en el entorno académico. Alertando al lector sobre la dificultad de encontrar comparaciones objetivas entre tecnologías en un ambiente comercial. Como contraparte al triunfalismo de la Web 2.0 las irresueltas violaciones al copyright;  la alfabetización digital y sus zonas de exclusión; el ruido y la indigencia informativa como paradoja del exceso de información; Posteriormente, en el capítulo cinco, se analiza un área de acción clave asociada a esta fase de escritura social: las aplicaciones educativas.
Un último punto de análisis, expuesto en el capítulo seis, plantea la novedosa convergencia entre las aplicaciones Web 2.0 y la tercera generación de mobiledevices.
Además, se establece un puente entre la Web social y la ansiada Web semántica.
Los autores de esta excelente monografía acerca del Planeta Web 2.0 son los primeros en advertir –junto a Carlos Scolari– la existencia de una ley de Moore semántica que trabaja del mismo modo que la aceleración tecnológica, promoviendo la obsolescencia terminológica planificada.
1. Fantasías que son realidades y al revés también.
Trátese de YouTube o de MySpace, de GoogleDocs o de mashups, de wikis y de blogs. Aunque todos esos –utilizados sólo por una cifra que oscila entre el 5% y el 10% de la población total de la Web– ya son vocablos viejos, amarillentos, apergaminados. Si se quiere ser un trendsetter y un coolhunter, un maverick o un inventor de futuros, las palabras santas hoy son Twitter y Feevy, Diigo y Jumpcut.
Si bien muchas palabras/sitios/aplicaciones tienen el tufillo Web 2.0 (Cobo y Pardo han inventariado 46 en Social Networking, 282 en Contenidos, 130 en Buscadores y 152 en Aplicaciones y Servicios (mashups) en el capítulo 2 del libro; más 112 adicionales en el capítulo 5) no podemos poner en el mismo pedestal a aplicaciones menores que son utilizadas por unos miles de usuarios que a las comunidades virtuales de fuste como MySpace (curiosamente ignorada en América Latina) y el propio YouTube.
2. Esa nostalgia permanente de lo nuevo.
Desde hace más de un año el sanbenito de la Web 2.0 no ha hecho más que crecer y
Crecer. En estos días se trata de Ferie que se anuncia como la gran revolución emergente entre las maravillas que imaginaban cambiar al mundo estaban los agregadores de RSS, esa fantástica máquina de recuperar información a partir de los tags.


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